CAMBIO HORARIO

    1. Introducción
      El cambio de hora, que se realiza dos veces al año con el objetivo histórico de aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo energético, ha sido objeto de debate en toda Europa. España, como parte de la Unión Europea, sigue aplicando este sistema, aunque desde 2019 la Comisión Europea propuso su eliminación definitiva. Más de un siglo después de su introducción, las condicionessociales, tecnológicas y energéticas han cambiado radicalmente. La generalización de la iluminación LED, los nuevos hábitos laborales, la climatización y el consumo digital han reducido la influencia directa de la luz natural en la economía. Ante este contexto, resulta pertinente analizar qué modelo horario sería más beneficioso para España —el de verano o el de invierno— desde una perspectiva económica, de productividad y de salud laboral.
      2. El cambio horario: fundamentos y efectos generales
      El objetivo inicial del horario de verano era ahorrar energía aprovechando más horas de luz por la tarde. Sin embargo, la evidencia científica actual muestra que ese efecto es mínimo o nulo. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro eléctrico atribuible al cambio horario no supera el 0,1 % del consumo nacional anual. Estudios recientes confirman que las variaciones en el consumo energético ligadas al cambio horario son marginales, mientras que los costes de adaptación humana y social son reales y medibles.
      3. Impactos en la productividad laboral
      Diversos estudios internacionales demuestran que los cambios de hora afectan negativamente a la productividad en los días posteriores: la pérdida media de sueño durante la transición al horario de verano ronda los 30 a 40 minutos diarios, lo que provoca disminución de atención, errores y fatiga. En España, donde las jornadas laborales suelen comenzar temprano, estos desajustes se
      amplifican.
      4. Repercusiones en la salud y bienestar de los trabajadores
      Desde la perspectiva de la salud laboral, el horario de invierno permanente se alinea mejor con el ritmo circadiano natural de las personas. Este ritmo biológico influye directamente en el descanso, la concentración y el estado de ánimo. El horario de verano permanente, al retrasar el amanecer, puede provocar un ‘jet lag social’ crónico, asociado a fatiga, estrés y mayor riesgo de accidentes.
      5. El cambio horario y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
      La Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, obliga a las empresas a garantizar la seguridad y salud de los trabajadores en todos los aspectos del trabajo. El cambio horario puede generar alteraciones en el sueño, la concentración y el estado de ánimo, lo que incrementa la probabilidad de errores y accidentes. Las empresas deben considerar este impacto en sus planes de
      prevención, aplicando medidas de adaptación y sensibilización. Eliminar el cambio semestral y mantener un horario estable contribuye al cumplimiento del principio básico de la Ley: eliminar el riesgo en su origen, mejorando la salud laboral, reduciendo el absentismo y aumentando la
      productividad.
      6. Particularidad del horario en Canarias
      España cuenta oficialmente con dos husos horarios: el peninsular (UTC +1) y el de Canarias (UTC 0), una hora menos, conforme al Real Decreto 236/2002. Esta diferencia responde a su posición geográfica más occidental, situada en torno al meridiano de Greenwich. Mantener el horario de invierno permanente (UTC 0 en Canarias) es el más coherente con su realidad astronómica y social, mejorando descanso, productividad y salud laboral.
      7. El cambio horario en Canarias y sus implicaciones económicas
      La economía canaria presenta características específicas: fuerte peso del turismo y los servicios, alta conectividad aérea y marítima, y coordinación con distintos husos horarios europeos. En este contexto, la estabilidad y coherencia solar son esenciales. Mantener el horario de invierno permanente (UTC 0) permite una mejor sincronía con la luz solar, mayor rendimiento matutino, coordinación internacional eficiente y sin perjuicio para el turismo.
      8. Conclusión y propuesta
      El ahorro energético derivado del cambio horario es insignificante. Los costes de adaptación son reales y afectan al bienestar y la productividad. Desde la perspectiva económica y laboral, el horario de invierno ofrece mayor alineación con el ritmo solar y mejor rendimiento general. En consecuencia,mantener de forma permanente el horario de invierno representa la opción más racional para España y Canarias, al equilibrar eficiencia económica, salud pública y productividad sostenible. El bienestar de los trabajadores y la eficiencia económica dependen más de la estabilidad horaria y la coherencia con la luz solar que de un supuesto ahorro energético. España debe avanzar hacia un modelo horario único y estable, priorizando la productividad, la salud y la conciliación social